Fran González, entrenador del Benjamín B, habla de su equipo

Los valores inculcados en el fútbol base son aspectos destacados en toda cantera. El desarrollo de estos valores en edades pequeñas es importante en el crecimiento del futbolista, tanto en lo deportivo como en lo personal.

Nuestro Benjamín ‘B’ ha quedado campeón de su liga esta temporada y su entrenador, Fran González, habla con ilusión de su equipo.

¿Cómo resumes la temporada?

Para nosotros ha sido una temporada trabajada a conciencia desde el primer minuto. Nuestra motivación por hacer un equipo competitivo nos llevó a dar lo mejor de nosotros como entrenadores y, también, sacar lo mejor de cada jugador en cada entrenamiento.

Con disciplina y confianza, en el ámbito jugador-entrenador, hemos llegado a entendernos todos y crear el mejor ambiente. Y siempre con la cabeza puesta en el rival afrontando cada partido con todas nuestras ganas. En resumen, una temporada muy buena, tanto para nosotros los entrenadores como para nuestros jugadores.

¿Te has encontrado algún reto?

Yo destacaría el hacer a los niños buenos jugadores con compañerismo y hacerlos entender el fútbol como el gran deporte que es y entrenarlos hasta aprender ciertos conceptos del juego y con eso, ayudarlos a crecer.

Además, nos hemos encontrado muy buenos rivales los cuales nos hicieron pelear y dejarnos hasta la piel, pero confiábamos en los jugadores y ellos supieron mantener la presión muy bien.

“Esa confianza que se creó entre los niños, el que supieran que todos fallamos pero nos apoyamos, eso es importante para nosotros como entrenadores.”

¿Qué momentos te llevas?

Ver a los jugadores crecer y ver como tu trabajo con ellos es efectivo. Además de crecer con ellos, porque escuchándolos también se aprende mucho, también el hecho de que se han comprometidos entre ellos. Esa confianza que se creó entre los niños, el que supieran que todos fallamos pero nos apoyamos, eso es importante para nosotros como entrenadores.

¿Qué ha sido lo más difícil de entrenar con niños?

Hay veces que cuesta un poco más por el hecho de que son niños y se distraen fácilmente, pero la verdad es que es un gusto porque te diviertes mucho con ellos. Aunque sean niños saben coger muy bien los conceptos que les transmitimos y con paciencia, creando ese vinculo jugador-entrenador y dándoles toda la confianza del mundo es increíble de lo que son capaces de hacer. Verdaderamente es un orgullo.